miércoles, 3 de abril de 2019

Disfrute del Hotel Intercontinental

Palabra: intercontinental

La verdad es que pensaba que cuando Luis (@96_happyboy), a quien le dedico este relato, me propuso esta palabra me iba a costar un montón sacar algo de aquí, pero le quiero tanto que al final me ha salido una cosa, como mínimo, curiosa.

Todo viajero espacial con cierto bagaje debería conocer la jocosa historia del Hotel Intercontinental, así que, para que no vayas por el cosmos quedando de inculto, mi querido digiamigo, te la dejo plasmada en este holomensaje.


El Hotel Intercontinental fue en su día el hotel más descomunal de toda la galaxia. Si bien hoy en día se vería como apenas un albergue comparado con los grandes complejo hoteleros sistémicos, lo cierto es que el dueño del Hotel Intercontinental fue el primero que se atrevió a construir un hotel a lo largo de todo un planeta. Yo pasé por ahí cuando aún era una larva cósmica, pero lo cierto es que no tengo muchos recuerdos.


La historias es que ese viejo usurero hizo construir un planeta entero en mitad de un sistema solar y lo llenó de agua y vegetación para crear lo que los más ricos de la galaxia consideraban un agradable retiro del estrés y la ansiedad. Tenía todo tipo de climas, para aquellos que provinieran de cada rincón de la galaxia. ¿Qué llegaba un gólem de Giroda? Pues tenía un desierto entero preparado para ellos. ¿Un karbal? Jungla ¿Un Foca? Casquetes helados. Lo tenía todo. ¡Todo!


Y lo cierto es que, lógicamente, no tardó en tener también muchísimo éxito. Las mayores fortunas de toda la galaxia viajaban hasta allí para descansar, ¡pero también para desfasar! Las historias de las fiestas que se montaban en el Hotel Intercontinental son cada una de ellas material de leyenda.


Por supuesto, tal fantasía tenía que venirse abajo. Lo cierto es que tiene lógica, no se cómo se le puede pasar a alguien. Al colocar un planeta entero en mitad de un sistema, desestabilizó por completo las órbitas de los adyacentes, lo que provocó un holocausto casi total en uno de ellos, que hasta ese momento se encontraba habitado. Total, que al dueño del Hotel Intercontinental le cayó un multazo terrible y, de un día para otro, se fugó. Fin. Caput. A tomar por culo. El seguro tuvo que hacerse cargo de la evacuación de todos los clientes y, claro, ya sabes como son los seguros, ¿no? Lo hicieron fatal.


Resulta que había una pareja recién casada, que a saber lo que estaban haciendo y no se enteraron. Se quedaron allí atrapados, sin naves de escape, sin sistemas de comunicación funcionales y sin una iniciativa de rescate, claro, porque nadie sabía que estaban allí. ¿Cómo se llamaban? Ah sí, se dice por ahí que se llamaban Adán y Eva. Del sistema Fa, ya sabes.


Y bueno, a partir de este punto, el universo se olvida del Hotel Intercontinental, no se, unos cientos de miles de ciclos del planeta en cuestión. Y un buen día llega un flota de chatarreros a ver si queda algo que se pueda aprovechar del antiguo Hotel Intercontinental, ¿y que se encuentra? Que esos dos pirados a los que abandonaron, han proliferado a tope y, así, de un momento a otro ha surgido una nueva especie primitiva, pero civilizada, y ha poblado todo el planeta, al completo. No han dejado ni un rincón que su fisiología les permita habitar.


¿Y por qué nos encanta esto a los viajeros espaciales? Porque ya no se encuentran con facilidad sociedades primitivas como esta, chaval. Tienes que pasarte alguna vez, es divertidísimo. Aún les faltan algunos millones de años de desarrollo para dejar de ser estúpidos. Así que puedes pasarte por allí, dejar que dos o tres vean tu transportador y, ¡hala! En unas semanas tendrás una secta formada en tu nombre, varios programas presentados por conspiradores y un montón videos teorizando sobre tí en algún tipo de plataforma digital divertidísima. En cierto modo es como si nunca se hubieran terminado del todo las maravillas del Hotel Intercontinental.


Espero que estés teniendo un buen viaje y que nuestros caminos se crucen pronto.


Un saludo de tu buen amigo Jehová.

2 comentarios:

  1. Simplemente maravilloso, un relato gracioso, entretenido y con ganas de más. Por favor, escribe más historias espaciales.

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